jueves, 19 de mayo de 2016

Cambios

Luego de la noticia y encubierto por una nueva mision estuve ausente de la casa real por unos cinco largos meses, no por ello habia estado ageno a lo que pasaba allí.

Luis XIII cuidaba de la reina más de lo que la había cuidado en los últimos años, sentía celos. Bendito aquel sentimiento que habia mantenido bien alejado de mi ser por toda mi vida. Pero ahora, ahora que habia descubierto que mi corazón latia por alguien , era muy dificil no sentir aquel sentimiento de molestia cada vez que me llegaban noticias de la reina y de cuanto hombre estaba cerca de ella. Era verdad que él era el rey , que él por derecho divno, de cuna y porque Dios lo habia aceptado ante sus ojos, Ana de Austria era su esposa y por ende, ahora mi hijo era el suyo.

Cada vez que pensaba en ello daba un suspiro largo, prolongado y bebia a mi suerte. Cualquiera otro se hubiese hundido en una profuda depresión pero en cambio yo, yo luchaba para destacarme. Tenía un plan en la cabeza, intentaba no quejarme mucho de aquella suerte, porque la verdad era que Ana de Austria habia fijado sus ojos en mi y estaba seguro que su corazón era mio.  Esa era mi suerte. Tan bendita y maldita a la vez. Pero volviendo a lo que mi mente pensaba cuando mi corazón no sentia era que de poco , de a poco y quiero recalar aquello, me iba haciendo nuevamente con el nombre de "el gran D'artagnan".  Guerra a la que iba , guerra con la que me hacia, quizas no la ganaba pero iba batiendo con cada lucha un nuevo record personal y para mis compañeros.

martes, 3 de mayo de 2016

Una semana despues

Una semana despues
Desde aquella noche había evitado cualquier contacto con ella. Si la veía de nuevo iba a querer tenerla en mis brazos, no iba a poder controlarme nuevamente. Había cruzado aquella linea  de la cúal no iba a poder volver. El remedio había sido peor que la enfermedad.

Apoye mi barbilla sobre la palma de mi mano y respire profudamente luchando contra mis pensamientos. Y es que cerraba los ojos y podia sentir el calor de su cuerpo debajo del mio. Su aroma flotando en el aire y su voz haciendo eco en mis oidos.

- Es una lastima que te cambien justo ahora que las cosas parecen ser que estarán más tranquilas.

Al escuchar la voz de Andre salí totalmente de la nube de pensamientos en la que me encontraba. Mi ceja bajo y lo miré con bastante seriedad ¿A que se referia que las cosas iban a estar más tranquilas?
Intentando ocultar mi inquietud por saber las nuevas, me lleve la taza con el chocolate caliente a mis labios. Bebí un poco de aquel liquido y como si nada me importara demasiado lo volví a mirar.