martes, 9 de diciembre de 2014

Capitulo XIV : Eternas horas

D'artagnan abrió los ojos producto de un trueno que lo había despertado, ya no era de noche sino de día, aunque un día muy gris seguramente Aramis no iba a estar feliz por el clima.

El mosquetero se tomó su tiempo para despertarse o aquello intentaba cuando otro trueno lo interrumpió haciendo que se sobre saltara, no solo a él sino que Ana de Austria quien aún dormida se aferró a la camisa de su amante con un poco de fuerza.

- ...- el gascón la admiro mientras pasaba su mano por aquellos cabellos oscuros.