sábado, 26 de octubre de 2013

Capitulo XII : De como los heridos atienden a las visitas

Porthos y D'artagnan se habían tardado en llegar a la casona momento el cual había aprovechado el señor de las tierras de Du-Vallon para conversar con el mosquetero sobre aquel tema que había perdido veintidós años atrás.

-Debo felicitarte – comenzó por decir el obelix viendo que la casona ya estaba casi a la vista pero que aún tenían tiempo.

- ¿Por qué? – preguntó el mosquetero mirando a su compañero bastante extrañado.
- Athos y Aramis no te lo dirán, bueno no de la manera en la que yo lo hare….- Porthos se interrumpió al ver que el obispo salía de la casa y comenzaba a caminar hacia ellos – Ana de Austria es una mujer hermosa.

El gascón se quedó viendo a su amigo frunciendo su entrecejo y tenso la mandíbula. Se sentía incómodo el hombre 

-Porthos…