D'artagnan abrió los ojos producto de un trueno que lo había
despertado, ya no era de noche sino de día, aunque un día muy gris
seguramente Aramis no iba a estar feliz por el clima.
El mosquetero se tomó su tiempo para despertarse o aquello intentaba
cuando otro trueno lo interrumpió haciendo que se sobre saltara, no solo
a él sino que Ana de Austria quien aún dormida se aferró a la camisa de
su amante con un poco de fuerza.
- ...- el gascón la admiro mientras pasaba su mano por aquellos cabellos oscuros.
martes, 9 de diciembre de 2014
domingo, 21 de septiembre de 2014
Capitulo XIII: Misterio sobre una vida.
La cena
comenzó en silencio, todos se miraban unos a otros pero ninguno se atrevía a
romper aquel silencio. Cada uno de ellos en el rincón más oscuro de su corazón
tenía algún tipo de secreto.
Porthos
siempre tan jovial y risueño estaba preocupado, todo llegaba alguna vez en la
existencia de un hombre como el gran obelix. Por primera vez sentía miedo, le
gustaba su vida tal como era pero eso no quitaba que extrañaba también la
aventura, las luchas y por sobre todo a los amigos.
Ahora que
estaba sobrio, podía apreciar que toda aquella tranquilidad tendía de un fino
hilo, que todo podía cambiar de la noche a la mañana y si eso pasaba, si todo
salía bien iba a vivir mucho mejor de lo que hubiese pensando que iba a vivir en
su vejez pero ¿Y si todo salía mal? Si el plan de su mejor amigo no funcionaba,
por lo menos podía pensar en que iba a morir alrededor de los hermanos que la
vida le había dado.
- ¿De qué te sonríes? – Harbley le
pregunto en tono inaudible a Du-Vallon mientras lo codeaba por debajo de la mesa.
- De que eres un buen ingeniero - el
señor Du-Vallon solo le contesto eso a su amigo sin borrar aquella sonrisa de
felicidad del rosto antes de darle una gran mordida a una pata de pollo.
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